De hecho para los sevillanos también es una cita inevitable. Por prueba las miles de casetas construidas se convierten en la secunda vivienda de los habitantes de la ciudad. Allí podrás sentirte como a casa, probar productos típicos, cantar, bailar y conversar hasta la madrugada.

Igualmente la gente suele vestirse del traje típico andaluz : trajes de flamenca para las mujeres y vestidos del campo tradicional para los hombres. Además podrás contemplar cientos de caballeros, caballeras y coches con caballos decorados desfilando en las calles de la Feria.
También hay que dar una vuelta por la “calle del Infierno” que es una zona muy animada con atracciones y lugares para comer y tomar bebidas.Sevilla es una ciudad muy hermosa y no se puede ir a la Feria sin aprovechar de un poco de tiempo libre para visitar sus monumentos principales. Así de camino no paramos para admirar la famosa plaza de España, formando un semicírculo con sus canales, mosaico, flores y fuentes donde podrás refrescarte. Llegando al centro tendras también tiempo para dar una vuelta en la ciudad y porque no dar un vistazo a la Catedral de Santa Maria de la Sede? Famosa por albergar la tumba de Cristobal Colon.